Animarte
Un socio clave para recuperarse de la RTC es un fisioterapeuta (PT). El PT educa al paciente sobre el correcto desempeño de los ejercicios y guía la progresión en la duración e intensidad de las actividades. Todo esto se hace con la supervisión del médico. El PT también es a menudo la animadora del paciente, motivadora y alentadora si el camino se pone un poco lleno de baches.
Levántate y muévete
Después de un reemplazo de rodilla, se recomienda encarecidamente al paciente que se levante y se mueva casi tan pronto como desaparezca la anestesia. La movilidad temprana es clave para la prevención de coágulos de sangre, que es un riesgo de cirugía de extremidades inferiores. Levantarse y moverse también es crucial para reducir la hinchazón, lo que dificultará el rango de movimiento.
¿Dónde está el atajo?
Realizar de manera consistente el programa de ejercicios según las indicaciones del médico y el TP es vital para una recuperación más corta y exitosa. Por lo general, los pacientes con TKR reciben terapia 2 o 3 veces por semana, pero deben continuar con los ejercicios varias veces al día en casa. Se pueden utilizar diferentes tareas para apuntar a áreas específicas de debilidad; sin embargo, hacer unos pocos ejercicios de manera consistente acelerará la recuperación de los TKR.
Juegos de cuádriceps
Acostado plano con las piernas rectas, apriete los músculos del muslo, presione la rodilla hacia abajo. Este ejercicio construirá los músculos de los cuádriceps y extenderá la articulación de la rodilla. Los juegos cuádruples pueden parecer simplistas, pero enderezar completamente la rodilla después de la cirugía de reemplazo no es fácil. Apretar y soltar los músculos cuádruples aumenta la fuerza necesaria para la estabilidad de las articulaciones, así que no te saltes este ejercicio.
Levanta la pierna recta
De nuevo, acostado plano con las piernas rectas, levante la pierna afectada varias pulgadas. Sostenga durante 5-10 segundos y luego baje lentamente. A medida que la fuerza vuelve a los músculos de los muslos, se pueden agregar pesas en los tobillos y se puede aumentar el tiempo de retención.
Toboganes de talón
Este ejercicio se centra en doblar la articulación y definitivamente será difícil al principio de la recuperación. Acostado con las piernas rectas, deslice el talón de la pierna quirúrgica hacia las nalgas, doblando la articulación de la rodilla. Se puede colocar una sábana alrededor del pie y tirar de los extremos para ayudar a mover la pierna.
Tobilleras
A medida que avanza la recuperación, este ejercicio puede dejarse caer y reemplazarse por algo más desafiante. Sin embargo, inicialmente, las bombas de tobillo son esenciales para aumentar el flujo sanguíneo y prevenir coágulos y otras complicaciones. Acostado con las piernas rectas, doble y enderece los tobillos mientras mantiene el resto de la pierna relajada.
Cuádriceps de arco corto
Un ejercicio final que construye los músculos del cuádriceps en los cuádriceps de arco corto. Acuéstese de plano con una toalla pequeña o una manta enrollada debajo de la rodilla quirúrgica para mantener la articulación ligeramente doblada. Levante lentamente el talón de la superficie y mantenga la posición durante 5-10 segundos y luego baje. Este ejercicio también se puede hacer más difícil al agregar peso en el tobillo a medida que avanza la recuperación.
Cuando finaliza la terapia, la recuperación continúa
Las visitas de fisioterapia terminarán con el tiempo, pero la recuperación de la RTC continuará durante varios meses. Desarrollar un plan de ejercicios continuo con el fisioterapeuta antes de que llegue ese momento es esencial. Además, es importante encontrar una actividad física que sea agradable y beneficiosa. Una articulación nueva puede volver a abrir muchas puertas de actividad, así que elige una y ponte en marcha. Para obtener más información sobre la recuperación de la cirugía de reemplazo de articulaciones, hable con un especialista ortopédico o fisioterapeuta.