Cuando los viajes aéreos debutaron a principios del siglo XX, eran raros y caros. Los viajes aéreos estaban restringidos a los más ricos, y cada viaje era una ocasión especial, incluso si el avión era ruidosamente ruidoso y te sacudía los dientes durante todo el vuelo. Después de la Segunda Guerra Mundial, los potentes motores y los diseños de aviones mejorados hicieron posible transportar más pasajeros a distancias más largas. La economía de escala puso el precio de un billete de avión al alcance de la familia promedio.
Sin embargo, muchas aerolíneas continuaron tratando los viajes aéreos como un lujo. Comidas y bebidas gratuitas, asientos amplios y cómodos, atención personalizada de los asistentes de vuelo y otras comodidades mantuvieron el precio de los boletos de avión relativamente alto. La desregulación de las aerolíneas y la economía cambiante de la industria de las aerolíneas en los años 1970 y 1980 llevaron a un nuevo tipo de categoría de aerolíneas: la aerolínea económica.
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Las aerolíneas económicas, como adivinarías por el nombre, ofrecen boletos baratos, a veces tan bajos como 5 50 por un boleto de ida. Gestionan esto reduciendo sus propios costos operativos. ¿Cómo reducen los costos? Hay muchas maneras en que una aerolínea puede recortar los gastos de operación, pero las aerolíneas de bajo costo son más conocidas por reducir los lujos de los pasajeros o hacer que los pasajeros paguen lujos a la carta.
¿Qué hay detrás del éxito (y a veces el fracaso) de las aerolíneas de bajo coste? ¿Reducen la seguridad? ¿Cómo es volar en una aerolínea económica? En este artículo, vamos a echar un vistazo a la economía de las aerolíneas y descubrir cómo las aerolíneas de bajo costo se quedan en negro.