La suplantación de SMS es una actividad en la que las personas cambian la información de origen de un texto enviado a través del sistema de servicio de mensajes cortos (SMS) utilizado con teléfonos celulares, asistentes digitales personales y dispositivos similares. Existen razones totalmente legítimas para falsificar mensajes de texto, así como otras menos legítimas, y la legalidad de esta práctica varía en todo el mundo. Algunas naciones lo han prohibido debido a preocupaciones sobre el potencial de fraude y abuso, mientras que otros pueden permitirlo. Los operadores individuales también pueden restringir la suplantación de SMS, incluso si es legal en un país determinado.
Cuando se suplanta un mensaje SMS, se cambia el nombre del remitente, el número de teléfono o ambos. Se puede ver un uso común de la suplantación de identidad con empresas que envían mensajes de texto a sus clientes. En lugar de que los mensajes de texto entrantes muestren un número desconocido, es posible que digan «Nombre de la empresa», alertando a los clientes de la identidad del remitente. Del mismo modo, una empresa puede mostrar un número de teléfono público en los textos para ocultar el número de origen para que las personas no respondan erróneamente a un número interno o privado.
Las personas pueden falsificar como una broma, o usar servicios de suplantación de identidad para mantener el anonimato si desean enviar mensajes de texto y no desean ser identificadas. Las razones de esto pueden no ser necesariamente maliciosas. Los denunciantes y los informantes pueden optar por anonimizarse por motivos de seguridad, al igual que las personas que envían mensajes de texto a servicios en línea que desean ocultar sus identidades o ubicaciones. Este mismo anonimato se puede usar por razones menos éticas, como acosar a las personas con mensajes de texto que pueden contener contenido abusivo o molesto.
La suplantación de SMS se puede utilizar con fines fraudulentos. Las tácticas de suplantación de SMS pueden incluir el envío de mensajes que pretenden ser de bancos u otras compañías que ordenan a las personas que llamen a un número de teléfono en particular o visiten un enlace para resolver un problema de cuenta, solicitar información confidencial a través de mensajes de texto o enviar mensajes que dicen ser de amigos en problemas.
Las personas pueden protegerse de la suplantación de SMS utilizando operadores que no lo permiten y viendo los textos entrantes con precaución. Si se recibe un mensaje solicitando contacto, en lugar de usar el número o el sitio web en el texto, los clientes deben usar la información de contacto oficial impresa en las declaraciones y otros registros. Las personas que están siendo acosadas por personas que envían mensajes de texto falsos pueden denunciarlo a sus transportistas y a la policía.