Las abejas melíferas tienen 5 ojos. Dos de estos ojos se llaman ojos compuestos, que se encuentran a ambos lados de la cabeza de una abeja. Estos ojos compuestos son grandes y fáciles de detectar. Los otros 3 ojos, llamados ocelos, se encuentran en la parte superior de la cabeza de la abeja, por encima de los ojos compuestos. Son más pequeños y menos visibles.
¿Por Qué Las Abejas Tienen 5 Ojos?
Los 5 ojos de una abeja se pueden dividir en 2 grupos, ocelos y ojos compuestos.
Los ojos compuestos son más prominentes y forman una gran parte de la parte frontal de la cara de una abeja.
Los otros 3 se llaman ocelos, u ojos simples, y se encuentran en la parte superior de la cabeza de una abeja. Los ocelos son mucho más pequeños que los ojos compuestos y más difíciles de detectar.
Ambos pares de ojos tienen diferentes funciones que apoyan diversas actividades de comportamiento, como volar, navegar e identificar objetos. Tener ambos tipos de ojos les permite realizar múltiples tareas al mismo tiempo.
Los Ojos compuestos
Los 2 ojos compuestos grandes ayudan a las abejas a ver el color, detectar el movimiento y la distancia.
Los ojos compuestos recogen imágenes del mundo que los rodea. Esto incluye cómo se mueven los objetos cercanos a las abejas, sus formas y colores.
Los ojos compuestos funcionan de manera diferente a los ojos humanos. Mientras que los ojos humanos son un solo órgano, los ojos compuestos en realidad están formados por miles de unidades más pequeñas que trabajan juntas.
Cada unidad equivale a un píxel de la imagen. El resultado final, o la imagen final que ven las abejas, es una suma de lo que ven cada una de esas pequeñas unidades.
Cómo los Ojos Compuestos Ayudan a las Abejas A Ver
Las pequeñas unidades que forman el ojo compuesto de una abeja se llaman omatidios. Cada omatidio contiene un número de células agrupadas en una forma que parece un cono invertido.
Estas células trabajan juntas para enviar información al cerebro de una abeja:
En la parte superior del omatidio está el cristalino, que es la parte del ojo que se puede ver en la superficie de la cabeza de la abeja. La luz pasa primero a través de esta lente hacia el cono cristalino, que canaliza la luz y la pasa a través del resto de la estructura.
Después de esto, la luz viaja a través del rabdom, que está en el eje vertical del omatidio. El rabdom está rodeado por 8 o 9 células retinulares que se extienden desde la parte inferior del cono cristalino hasta la membrana basal.
En esta sección del omatidio, la luz se convierte en un pulso eléctrico que se transmite por un nervio fino al lóbulo óptico del cerebro. Una abeja puede usar esta información para informar su comportamiento.
Dato Curioso: ¡Los Ojos Compuestos De Las Abejas También Contienen Pelos!
Curiosamente, las abejas tienen células que secretan pelos que cubren la superficie del ojo compuesto.
Toda la lente está cubierta de pelo sin ramificar. Esto es especialmente notable en las abejas de trabajo más jóvenes, ya que las abejas más viejas parecen perder la mayor parte cuando toman vuelos largos.
A diferencia del cabello en el resto del cuerpo, estos pelos no tienen ramificaciones y no tienen conexiones nerviosas.
Los Ojos Simples U Ocelos
Los ocelos son 3 pequeños ojos de una sola lente ubicados en la parte superior de la cabeza de una abeja. Todavía se desconoce la función exacta de estos órganos en las abejas melíferas. Sin embargo, los investigadores creen que los ocelli soportan tareas como estabilización de vuelo, navegación y orientación.
Un estudio usando modelado 3D de los ocelos encontró que los ocelos tienen retinas dorsales y ventrales, el tejido responsable de procesar la luz a través de las células fotorreceptoras y enviar la información al cerebro a través del nervio óptico.
Las retinas ventrales de los ocelos toman información del espacio directamente sobre la cabeza de la abeja (en otras palabras, el cielo), y las retinas dorsales de los ocelos ven el horizonte.
Los ocelos no tienen un alto poder de resolución, lo que significa que no ayudan a las abejas a distinguir objetos o proporcionar detalles de su entorno.
Sin embargo, son altamente sensibles a la luz, lo que permite a las abejas detectar cambios en el brillo sin verse afectadas por otros objetos pequeños en su campo visual.
La estrecha relación entre los ocelos y la forma en que las abejas perciben la intensidad de la luz se evidencia por la diferencia en el tamaño de los ocelos entre las especies de abejas diurnas y nocturnas/crepusculares.
Las abejas melíferas europeas, por ejemplo, están inactivas por la noche y muestran ocelos más pequeños en comparación con las especies que se han adaptado para alimentarse después de la puesta del sol.
Otra característica de los ocelos es que son adecuados para enviar señales rápidas con respecto a los cambios en la intensidad de la luz.
Esta función, junto con su capacidad para capturar el horizonte, parece sugerir que los ocelos ayudan a las abejas a estabilizarse durante el vuelo utilizando el cambio en la intensidad de la luz como señal.
Conclusión
Las abejas melíferas tienen 5 ojos, que consisten en 2 ojos compuestos y 3 ocelos. Estos 5 ojos se utilizan para una variedad de tareas: para identificar objetos, color y movimiento, así como para percibir cambios de luz y estabilizarse mientras vuela.
Los ojos compuestos son los 2 órganos grandes que ocupan una gran parte de su cara y son responsables de proporcionar imágenes del mundo. Los ocelos, los 3 pequeños ojos ubicados en la parte superior de la cabeza de una abeja, no pueden proporcionar imágenes claras, pero identifican cambios en la luz que parecen ayudar a las abejas con el control de vuelo.
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