Hay muchos tipos diferentes de maíz, siendo los dos tipos más comunes el maíz dulce y el maíz de campo. Dentro de estos dos grupos principales hay muchas variedades distintas y separadas, que a menudo se clasifican en función de la forma del núcleo. Cada variedad tiene sus ventajas y desventajas: algunos se crían para obtener rendimientos particularmente altos, mientras que otros se crían por su gusto, y otros se crían para una forma particular. También hay callos especiales, algunos de los cuales se cultivan principalmente para uso experimental o para decoración.
Maíz dulce
Los callos dulces son aquellos que los humanos pueden comer. Los tipos más comunes son azucarados estándar, azucarados aumentados, encogidos y quebradizos. También hay variedades superdulces que se han criado para ser mucho más dulces que las normales y para tener una vida útil más larga que otras variedades. Todos ellos tienen una forma distintiva de grano, con una parte superior muy azucarada que cubre el fondo duro del grano, que contiene el germen. Los agricultores eligen qué variedades plantar basándose no solo en el sabor, sino también en las condiciones locales: algunas funcionan mejor en condiciones más ventosas, por ejemplo, mientras que otras son buenas para temporadas de crecimiento cortas.
Maíz de campo
También hay muchas variedades de maíz de campo, siendo las más comunes las abolladuras, pedernales, harinas y cerosas. Los núcleos de cada uno de estos tipos tienen características únicas. Por ejemplo, las variedades de pedernal tienen una capa externa dura que protege todo el núcleo, mientras que los callos abollados tienen abolladuras en la corona de cada núcleo cuando está completamente maduro y comienza a secarse. Los granos de los callos de harina se componen principalmente de almidón, y tienen un exterior muy delgado. Los cerosos tienen una estructura genética única que los hace muy útiles para hacer almidones y adhesivos.
Callos especiales
Dentro de estas amplias subdivisiones hay una serie de callos especiales, incluidos aquellos con granos de colores, palomitas de maíz y callos que se crían para tener niveles particularmente altos de ciertos nutrientes. El maíz azul, un tipo de la variedad de harina, es uno de los callos especiales más conocidos, pero hay muchos otros tipos, incluidos los callos multicolores conocidos como callos indios, que en realidad son un tipo de maíz pedernal.
También hay palomitas de maíz, que tiene una forma distintiva de núcleo cerrado que permite que la humedad se acumule hasta que el núcleo explote, lo que lo hace comestible. Las variedades se han criado para la nutrición, la textura e incluso las formas específicas del grano reventado. También hay muchas otras variedades que se han criado para ser particularmente altas en un determinado componente, como la lisina o la amilasa. Estos a menudo se hacen para un propósito particular: por ejemplo, el maíz con alto contenido de lisina se cría para satisfacer las necesidades nutricionales de los cerdos.
Usos
En general, la mayor parte de la cosecha mundial se compone de callos de campo. Estos se pueden usar para alimentar al ganado, para fabricar combustibles alternativos, alcohol, solventes e incluso fibras. Una variedad, el maíz en vaina, se usa casi exclusivamente para decoración, ya que cada grano está encerrado en una cubierta dura que dificulta su uso para otros fines. Dado que los callos de vaina también son muy similares a las variedades primitivas, se usan comúnmente con fines de investigación.