La frase «perdonaré, pero no olvidaré» siempre me ha desconcertado. Me pregunto cuál es el punto de perdonar si todavía nos aferramos a lo que sea que sea esa cosa. Y no solo la mayoría de la gente todavía se aferra a él, sino que lo usan como munición contra la persona que dicen haber perdonado. Naturalmente, el proceso de curación se detiene inmediatamente cada vez que esto sucede.
Lo extraño del matrimonio es que consiste en dos personas imperfectas. Con ese tipo de errores dinámicos están obligados a cometerse, múltiples errores. Un socio decepcionará al otro. Se pronunciarán palabras hirientes, se llevarán a cabo acciones descuidadas, dejando a alguien con la difícil decisión de cómo perdonar y seguir adelante. El hecho de que hayamos entrado en un pacto sagrado con nuestro cónyuge no lo hace más fácil para nosotros. El perdón puede ser extremadamente poderoso. Tiene la capacidad de destruir nuestros sindicatos por un lado o de construirnos por el otro. Nosotros, cada individuo en el matrimonio, tenemos control sobre el efecto que tiene. Es un desafío aún mayor cuando sentimos que nuestros compañeros cometen los mismos errores una y otra vez. Es menos probable que perdonemos en este caso.
La realidad es que, desafortunadamente, a veces las personas que amamos nos van a herir. En su mayor parte, será involuntario, lo que no hace que duela menos. Pero una vez que reflexionamos, por lo general llegamos a la conclusión de que si nuestro compañero lo tuviera que hacer de nuevo, habría hecho otra elección. Si el perdón tiene una oportunidad, varias cosas tienen que ocurrir.
- Primero, el cónyuge que cometió el error tiene que pedir perdón. Si este cónyuge no asume toda la responsabilidad por su error de juicio, la pareja tendrá dificultades para seguir adelante. ¿Cómo puede una persona perdonar a alguien que no pide ser perdonado?
- A continuación, la parte lesionada debe determinar lo que necesita saber, escuchar y sentir para ayudarlos con el proceso de perdón. Es posible que haya que responder a ciertas preguntas para comprender mejor cómo se produjo este lapso de razonamiento en primer lugar. Entonces se debe determinar si avanzar es o no una opción.
- Después de que se acuerde que avanzar es el objetivo, debe tener lugar una conversación real entre adultos. Ambos socios deben estar dispuestos a abrirse, escuchar y ofrecer ideas sobre cómo mejorar. Aprender el estilo de comunicación de los demás y comprender su proceso de pensamiento cuando se trata de tomar decisiones es algo que muchas parejas no logran hacer. Nuestras expectativas deben estar claramente definidas al comienzo del matrimonio; esto dejará poco espacio para interpretaciones erróneas. Normalmente pensamos que nuestros socios deben reaccionar de la manera en que lo haríamos en cada situación y eso no es realista. Ser capaz de replantear cada situación y mirarla desde el punto de vista de nuestro cónyuge también tiene un gran impacto.
Ya sea que nuestro cónyuge cometa muchos errores pequeños o uno grande durante nuestro matrimonio, la forma en que decidamos perdonar dependerá de nosotros. Podemos decidir almacenarlos para su uso posterior o podemos elegir la dirección, perdonar y mantener la paz en nuestro hogar. El perdón es una recompensa y un cónyuge amoroso y comprensivo siempre es digno de recibir tal regalo.