¿Cómo te sientes cómodo con tu sexualidad?
Así que, déjame responder esto personalmente ya que no das ningún detalle. Voy a imaginar que eres un joven gay que ha crecido en un ambiente bastante liberal y tolerante, pero que aún no ha llegado a un acuerdo completo con cómo vivir como lo que es.
El proceso de salir del armario a veces es difícil. A algunas personas les resulta más fácil que a otras. Puede ser gradual. Primero, algunos de tus amigos cercanos, tal vez. Luego un círculo más amplio. Luego la familia.
En algún momento, incluso puedes aprender a ser fácil con referencias casuales sobre tu vida con extraños perfectos. Sabes, podrías mencionar a tu novio en un contexto en el que hacerlo sería socialmente ordinario y apropiado en el contexto, pero te sacaría a ti.
Así que, esto está saliendo. Es un proceso que nunca se detiene. No hay un solo momento de cristal cuando uno está fuera. No es binario, sin juego de palabras. (OK, me atrapaste. Tenía la intención de hacer un juego de palabras. Demándame.)
¿Salir del armario te hace sentir cómodo con tu sexualidad?
En cierta medida, sí. Puede tranquilizarte con los demás. Puede permitirte vivir más cómodamente siendo quien eres. Puede ayudarte a formar lazos de amor y amistad más fuertes con los demás.
No puede, sin embargo, no por sí solo, hacerte sentir cómodo contigo mismo.
Esa es una pelea que tienes que librar dentro de ti mismo. Has estado rodeado de señales sutiles y negativas toda tu vida. No los ha llevado a bordo intencionalmente. Ni siquiera les crees.
¿Lo sabes?
Bueno, no eres Superman. No tienes poderes mágicos. Te van a afectar algunas de esas tonterías negativas, lo creas explícitamente o no.
¡Y eso está bien!
Pero para sentirse cómodo en su propia piel, debe practicar sentirse bien consigo mismo. Tienes que sentirte bien contigo mismo. Necesitas hacer de sentirte bien contigo mismo un hábito para crear redes de vías neuronales que se activen automáticamente.
No es diferente de aprender a tocar el piano. Practica, practica, practica.
Aquí es donde salir vuelve a entrar en juego. Tus amigos y familiares pueden ayudarte a practicar. Pueden validarte y darte el apoyo que necesitas mientras practicas.
No tienes que hacer esto solo.