Ponerte en contacto con tus sentimientos te ayuda a entenderte a ti mismo. Y compartir tus sentimientos ayuda a los demás a entenderte mejor.
Ser entendido y aceptado son necesidades humanas universales. Por lo tanto, cuando compartes tus experiencias y sentimientos internos, es más probable que te conectes de manera profunda y significativa. También es más probable que satisfaga sus necesidades, lo que conduce a relaciones más felices y saludables.
Compartir tus sentimientos puede ser una propuesta desalentadora. Cuando compartes tus sentimientos, te permites ser vulnerable. Esta vulnerabilidad puede ser aterradora; te deja abierto a la posibilidad de ser herido, pero también puede conducir a las conexiones más profundas.
No hay manera de evitar completamente el riesgo de ser incomprendido, ignorado o juzgado cuando comparte sus sentimientos. Sin embargo, el uso de las estrategias a continuación puede ayudarlo a comunicarse de manera efectiva para que tenga más probabilidades de ser comprendido y validado.
#1 Entiende tus sentimientos
Antes de poder expresar tus sentimientos, tienes que saber cuáles son. Para la mayoría de las personas, ayuda tener un tiempo tranquilo para reflexionar. Nuestras vidas ocupadas y ruidosas no se prestan a conectarse con nuestros sentimientos. Intenta tomarte diez minutos al día con el único propósito de contemplar tus sentimientos. Encuentro que ir a caminar me ayuda a obtener claridad, pero puedes experimentar sentándote en diferentes lugares, simplemente pensando o escribiendo tus pensamientos. Trate de identificar sus sentimientos, recordando que puede tener más de un sentimiento a la vez. Explore lo que ha estado sucediendo en su vida que puede estar relacionado con sus sentimientos.
Después de entender sus sentimientos, puede averiguar lo que quiere/necesita y esto se puede comunicar. He aquí un ejemplo: Ryan identificó que se siente enojado en respuesta a que su novia trabaje hasta tarde todas las noches durante la última semana. Cuando lo pensó un poco más, descubrió que también se sentía abandonado y solo. Esta claridad lo ayudó a decidir compartir que se siente enojado y solo y pedirle a su novia que pase más tiempo con él.
#2 Sé exigente sobre con quién compartes
Tus sentimientos son partes íntimas de ti mismo; no deben compartirse con cualquiera. Proceda lentamente y comience compartiendo sentimientos que se sientan más seguros y menos vulnerables. Si son bien recibidos, comparta un poco más y así sucesivamente.
#3 Responder no reaccionar
A veces cometemos el error de tratar de comunicar nuestros sentimientos en el momento. Esto tiende a resultar en impulsivamente cosas antes de que hemos sido procesadas o tuvo la oportunidad de calmarse. Es perfectamente aceptable pedir un descanso de una conversación acalorada o esperar hasta que haya tenido tiempo para prepararse antes de comenzar una conversación. No sería productivo para Ryan, del ejemplo anterior, darle a su novia el tratamiento silencioso o acusarla de no importarle. Cuando se dio tiempo para descubrir sus sentimientos y necesidades, se preparó para una comunicación efectiva.
Si estás luchando con sentimientos incómodos y necesitas tener una conversación difícil con alguien, te recomiendo probar estas estrategias antes de la conversación: procesa tus pensamientos en un diario o con un amigo que te apoye; ensaya lo que quieres decir (en voz alta y/o por escrito); haz algo para relajarte y calmarte.
#4 Encuentra el momento adecuado
Sé intencional cuando intentes comunicar tus sentimientos. A menudo, las personas tratan de comunicar sus necesidades en momentos equivocados cuando la otra persona está distraída, ocupada, borracha, somnolienta o de mal humor. Asegúrese de acercarse a la otra persona cuando esté disponible y dispuesta a prestarle atención. A veces esto significa planificar con anticipación y pedir que se reserve tiempo.
En general, trate de comunicarse cara a cara. La tecnología es conveniente, pero aún es difícil comunicar los sentimientos de manera efectiva a través de mensajes de texto o correo electrónico.
#5 Sea directo
La comunicación efectiva es clara y directa. Una vez más, es más fácil ser directo cuando ya has descubierto lo que estás tratando de decir. Las declaraciones I son una forma comúnmente utilizada de expresar sus sentimientos y necesidades mientras disminuye la actitud defensiva. Hay una fórmula simple para una declaración I que dice así: Estoy sintiendo ____________ (enojado y solo) porque __________ (has estado trabajando hasta tarde esta semana) y me gustaría ___________ (para programar más tiempo para pasar juntos).
Al principio, esto puede parecer incómodo, pero con la práctica, puede encontrar una forma clara y sin confrontación de expresar sus sentimientos.
#6 Presta atención al lenguaje corporal y al tono de voz
El lenguaje corporal y el tono son tan importantes como lo que estás diciendo. Puede ser sorprendentemente difícil medir tu propio tono de voz. ¿Alguien te ha dicho alguna vez que estás gritando y ni siquiera notaste que levantaste la voz? Cuando te ves envuelto en una discusión, empiezas a enviar mensajes equivocados. Quieres que tu lenguaje corporal transmita que estás interesado y abierto a la comprensión. Usted muestra esto en parte con sus expresiones faciales, contacto visual, posición del cuerpo como los brazos abiertos o cruzados, ya sea que esté de pie o sentado, mirando a alguien o volteándose.
#7 Sé un buen oyente
Por supuesto, la comunicación no se trata solo de expresar tus sentimientos y necesidades. También se trata de escuchar atentamente y tratar de entender los sentimientos de las otras personas. Puedes dar señales verbales de que estás escuchando, como sí, uh-huh, OK, veo y asiente con la cabeza para mostrar que estás prestando atención. Hacer preguntas para comprender mejor también es una gran habilidad de comunicación. Otra técnica que los terapeutas suelen enseñar es la escucha reflexiva. Una persona comparte y luego la otra refleja o parafrasea lo que entendió y pregunta si se perdió algo. La primera persona entonces aclara o agrega cualquier cosa que fue malinterpretada u omitida y esto continúa hasta que la primera persona se siente completamente entendida. Una vez más, la escucha reflexiva puede parecer antinatural, pero funciona asegurando que ambas partes se sientan comprendidas y se volverá más natural con la práctica.